CAPSULAS IGNACIANAS 14


Sin darnos cuenta ya hemos entrado en el mes de diciembre, las luces empiezan a iluminar cada noche nuestras ciudades y los anuncios de la tele ya nos hablan de regalos. La Navidad se acerca pero no nos dejemos deslumbrar demasido pronto. Estamos en Adviento. 



Cada año Dios decide re nacer en nosotros, quiere volver a entrar en la historia del mundo a través de cada uno de nosotoros. Y lo hará haciendo morada en lo más frágil de cada uno; en nuestras miserias y pequeñeces, en nuestros límites y pecados. En aquellas partes de nosotros que no nos atrevemos a mirar, allí es donde Dios ha decidido encarnarse.

El adviento es por tanto una oportunidad para preparar "nuestro portal de Belén" para su llegada. Es tiempo de converisón y esperanza, de reconciliación y paz, es tiempo de certeza y vigilia. Es tiempo de presencia y espera.