CAPSULAS IGNACIANAS 15


Desde muy pequeño, pensaba que nuestro Dios debía tener todos los súper poderes de los comics que hemos leído de pequeños: Volar, una fuerza indestructible, teletransportarse, controlar los elementos, trepar las paredes, o camuflarse en la noche... con todo ello, sería capaz de lograr que el mundo fuera un lugar donde el bien venciera. 


Pues no, nuestro Dios se hace pequeño, se hace débil, se hace humano, se hace uno de nosotros... Nos dice que podemos ser como Él, que cuenta con nosotros para cumplir la voluntad del Padre. Nos da lo mejor que tiene, su mayor poder, el AMOR. Nos promete que con ese superpoder, se puede lograr todo, se puede construir Reino. 


Ahora doy gracias por tener este superhéroe tan grande.