CAPSULAS IGNACIANAS 17

Normalmente los ciclistas suben los puertos siguiendo a otro ciclista que les acompaña, les corta el viento y les marca el ritmo. La diferencia entre subir solo o en grupo es notable.


En los Ejercicios Espirituales nosotros acompañamos a Jesús en su vida y en su Pasión. Él se convierte, por tanto, en modelo y referente que acompaña, guía y nos marca el ritmo. Él es el escalador que conoce el puerto, sobre todo cuando la carretera -nuestra vida- se vuelve más empinada y las fuerzas y el ánimo están bajo mínimos.



Y piensa que Jesús es de tu mismo equipo.