CINCO MANERAS DE ENCONTRAR A DIOS EN TODAS LAS COSAS
Es una gran parte de la espiritualidad ignaciana. Pero encontrar a Dios en las partes aburridas de la vida es más fácil decirlo que hacerlo. Aquí hay cinco maneras (aparte del Examen) para encontrar a Dios en todas las cosas.
1. Micro-Conciencia -Esto no está tratando de ser consciente del momento presente, sino más bien dejar que cada pequeña acción que usted tome se convierta en su principal objetivo en este momento. Si dejas que algo tan sencillo como pulsar el botón de encendido de la computadora o subir las escaleras se hacen con la intención y el conocimiento (en lugar de dejar que la rutina lo mejor de usted), usted encontrará una nueva santidad en las tareas cotidianas.
2. Diario -Anotar las experiencias de su día, así como sus pensamientos y sentimientos es una especie de Examen, pero a menudo el acto de la escritura revela momentos invisibles de la presencia de Dios en un inicio se haya perdido.
3. ¿Es algo que la "manera antigua" -tecnología y las expectativas de rápidos a menudo puede cerrar la puerta a la conciencia de Dios. Para variar, caminar hasta el escritorio de alguien en vez de llamar, escribir a mano una carta en lugar de e-mailing, caminar a la tienda en lugar de conducir, o tomar el tren en vez de volar. El cambio de ritmo que puede dar una interacción o experiencia más significativa. Y desaceleración permite reconocer la presencia de Dios con mayor facilidad.
4. Escuchar -¿Cuándo fue la última vez que realmente escuchado a alguien sin tratar de pensar en qué decir a continuación? Usted se sorprenderá de lo que se oye si realmente escuchas a un amigo, a los sonidos de la naturaleza que te rodea (pruebe a apagar la radio cuando se conduce), o en su propia conciencia. Dios habla cuando nos detenemos el tiempo suficiente para escuchar.
5. Decir "Dios está aquí" -Esta idea proviene de UCC P. Jane E. Vennard. Ella dice :
Practique decir
"Dios está aquí" la próxima vez que es asaltado por peleas de sus
vecinos, ver a alguien descuidadamente tirar basura desde un vehículo,
empaparse en una tormenta inesperada, o una picadura de una manzana harinosa y
de mal gusto.
A partir de su propia
experiencia, San Francisco de Asís se enteró de que las lecciones más profundas
de Dios vino cuando se abrazaron todas las cosas, incluso lo que no es bello.
A
veces, diciendo "Dios está aquí" es la mejor manera de encajar en la
conciencia de que Dios no habita sólo en ti, sino a tu lado en todo momento,
mundana o grandes.
